Vivienda en un enclave natural de lujo, al límite con el Puerto de Despeñaperros.
Se ha construido como si de un gran mirador se tratara, donde destacan los grandes porches abiertos y la fachada que desciende para dar lugar a la piscina que hace de línea del horizonte con la sierra.
Es la arquitectura al servicio de la naturaleza.
Escultura: Manolo Valdés